A medida que la
Tierra va girando entorno a Sol, varía la intensidad con la que
le llega la energía solar a cada hemisferio (debido a la
inclinación del eje terrestre). Así, en función de
la cantidad de energía que llega a la superficie terrestre se
van a definir las disintas estaciones, que son opuestas en cada
hemisferio:
Verano: Los rayos del sol inciden más directamente, con lo que llega
más energía, el día es más largo y hace
más calor.
Otoño: El
balance energético en los dos hemisferios es similar, si bien en
este caso según se avanza en esta estación, cada vez se
va recibiendo menos energía del Sol ya que los rayos solares van
llegando más inclinados. Los días se van reduciendo.
Invierno:
Es el momento en el que los rayos solares alcanzan su máxima
inclinación, con lo que llega menos energía. Los
días son muy cortos y la noche larga.
Primavera: Como en el caso del Otoño, se trata de una estación
intermedia donde el balance energético es similar en ambos
hemisferios. Los días van creciendo y las noches menguando.
Hay dos momentos en los que ambos hemisferios reciben la misma cantidad de energía del sol, son los equinoccios.
En este momento el día y la noche duran lo mismo. Los
equinoccios marcan el inicio de la estaciones intermedias, Otoño
y Primavera.
También hay dos momento en el que cada hemisferio recibe un máximo o un mínimo de energía, son los solsticios.
El día que más energía se recibe coincide con el
inicio del Verano y es el día más largo del año.
El día que menos energía se recibe coincide con el inicio
del Invierno y es el día mas corto del año. |